Aunque no suena tan descabellada como la idea de una Tierra hueca, la hipótesis de la Tierra en crecimiento continuo tampoco resulta muy creíble y en cambio tiene muchas lagunas sobre todo en lo que al origen de la masa adicional o de la propia naturaleza del crecimiento se refiere. Está basada en la más antigua teoría de la Tierra en expansión.
Atribuída al dibujante de cómics Neal Adams (New Model of the Universe) trata de explicar la separación de los continentes no por la también teórica téctonica de placas, sino por el incremento de la masa del nucleo de la Tierra. Al expandirse el planeta (como un globo llenándose de aire), la corteza terrestre se resquebrajaría y se repartiría sobre la creciente superficie separándose en trozos.
Y aunque la ciencia no es una democracia, la hipótesis de un planeta en expansión únicamente es aceptada por unos pocos científicos en contraposición a la teoría de la tectónica de placas que es de aceptación general (o más pretenciosamente, “universal”), aunque hay que reconocer que es ingeniosa y resulta divertido leer sobre ella además de que, ¡hey! los gráficos están geniales.
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Planeta Tierra